Hay una actividad que a todos los niños les encanta desde que son bien pequeños: disfrazarse. Y es que el hecho de sentirse durante unos minutos o unas horas como sus personajes de ficción favoritos les hace ganar en autoestima.
Disfrazarse, además de ser una actividad entretenida y divertida, les puede aportar muchos beneficios para su desarrollo:
- Fomenta su creatividad.
- Activa su imaginación.
- Se desarrolla la empatía.
- Aprenden a expresarse libremente.
- Exploran su personalidad.
Además de trabajarlo durante todo el curso en la escuela, el carnaval es la fiesta de tradición popular que nos permite trabajarlo a todos juntos.
En esta fiesta utilizamos el maquillaje y los disfraces como medio para representar la realidad a través del juego simbólico.
LA VIDA ES UN CARNAVAL
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