Desde el nivel de 0-1 os queremos dar a conocer un recurso que utilizamos en la escuela en las aulas de los más pequeñitos. Os animamos a ponerla en práctica en vuestra casa.
Se trata de ofrecer al niño/a
un cesto con elementos de la vida cotidiana, de diferentes materiales, con el
objetivo de que explore, manipule y descubra los distintos atributos de los
objetos.
Es un juego vivo, abierto y
libre en el que cada peque utiliza los objetos a su manera, los agita, los
golpea, se los lleva a la boca, intenta unirlos… jugando a su ritmo y
reforzando así su confianza, iniciativa y autoestima. Al mismo tiempo,
mejora su coordinación óculo-manual, su motricidad y su capacidad
de lógica y concentración.
El papel del adulto es simplemente el de observar cómo
nuestros bebés van descubriendo todo aquello que les rodea, por lo que van
experimentando, investigando y aprendiendo.
Para todas aquellas familias que os animéis a utilizar
esta técnica en casa junto a vuestros peques a continuación os explicamos
brevemente en cómo llevarla a cabo.
Material necesario:
Realmente no existe una serie de objetos
imprescindibles, elegir objetos con variedad de texturas, peso,
forma o temperatura, ayudará a desarrollar sus sentidos. Para realizar esta actividad en casa os facilitamos una lista con
pequeñas ideas.
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Objetos cotidianos: cepillo de dientes,
pincel, brocha de afeitar, batidor de huevos, abridor, molde de pastel,
exprimidor, embudo, cepillo limpia biberones, colador de té, bote de
infusiones, cuchara de madera, cuchara de miel, cuchara de metal.
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Objetos de madera: Pinceles, brochas, cucharas
de madera, pinzas de ropa, rodillo…
-
Objetos de metal: cucharas, varilla para
batir huevos, flanera,
-
Sonoros: sonajeros,
tambor, llaves, cubiletes, armónica, bocina de bicicleta, juego de cascabeles,
triángulo, llavero, campanas, flauta de caña.
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Ropa y tejido: pelota de lana, muñeca de trapo,
bolsitas de olor, cintas, cremalleras, funda de gafas, pelota de tenis, tejidos
de diferentes texturas, aros con cintas, cordeles, monederos, manoplas,
guantes, ovillo de lana, peluches…
-
Objetos naturales: podéis aprovechar algunos
elementos que encontréis en la naturaleza, como una piña recogida en el bosque
o una concha en la playa donde fuisteis a pasar las vacaciones.
Se aconseja que al cantidad de elementos vaya aumentando de forma
progresiva, en la medida que veamos que el bebé pierde interés o ya tiene más
capacidad de atención y concentración.
"De
ahí su nombre, un cesto que va recopilando los distintos tesoros que os vais
encontrando por el camino y vuestro día a día."
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