DESCUBRIENDO EL MUNDO A TRAVÉS DE LA LUZ
En nuestro aula de 0-1 año, los descubrimientos no tienen límites, y uno de los
recursos que más despierta la curiosidad en los más pequeños es ¡la mesa de
luz!
Este recurso pedagógico se ha convertido en un aliado perfecto para promover
la exploración sensorial y el juego libre desde los primeros meses de vida.
Aunque pudiera parecer un material más para niños mayores, en nuestro
centro hemos comprobado cómo incluso los bebés de pocos meses se sienten
atraídos por la magia de la luz.
¿Qué aporta una mesa de luz al aprendizaje de los bebés?
A esta edad, el desarrollo sensorial y visual es clave. La mesa de luz ofrece a
los bebés un espacio tranquilo y lleno de estímulos visuales que despiertan su
curiosidad de forma natural. Al colocar sobre ella materiales como piezas
transparentes, elementos de la naturaleza o pequeños objetos cotidianos, los
niños se sienten atraídos por los colores, las luces y las sombras que se
generan. Es emocionante ver cómo, poco a poco, estiran sus manitas para
tocar, mover y experimentar con todo lo que tienen delante, disfrutando de cada
descubrimiento a su ritmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario