Hoy 4 de febrero es el Día Mundial Contra El Cáncer, os compartimos la carta de una joven canadiense enferma de cáncer, que con un relato frágil y emotivo, nos transmite lo importante de la vida. Desde la Escuela Infantil Petirrojo nos unimos a la fuerza y ánimo a todas las personas que se encuentran lidiando con una batalla tan difícil.
"Siempre me imaginé envejeciendo,
arrugada, con el pelo gris y rodeada de la hermosa familia que planeaba tener con
el amor de mi vida. Lo quiero tanto que me duele. Así es la vida. Es
frágil, preciosa e impredecible y cada día es un regalo, no un derecho
adquirido.
No me quiero ir. Amo mi vida.
Soy feliz. Se lo debo a mis seres queridos. Pero está fuera de mi control. Tan
solo quiero que la gente deje de preocuparse tanto por lo insignificante y
trate de recordar que a todos nos espera el mismo destino.
Cada vez que te quejes de
algo insignificante, intenta recordar que alguien tendrá un problema de
verdad. Agradece tener que enfrentarte a dificultades con solución. Está bien
reconocer que algo es molesto, pero deja de lamentarte de una vez. Una vez
hagas eso, sal ahí fuera y respira una bocanada de aire, mira al cielo, a los
árboles. Es tan hermoso… Date cuenta de lo afortunado que eres de
poder respirar.
Puede que hoy te hayas
quedado atrapado en un atasco o hayas
dormido mal. Puede que tu peluquero te haya hecho un estropicio en el pelo, que
tus pechos no sean tan grandes como
quieras, que tengas celulitis o una panza enorme. Olvídate de todo. Te prometo
que no pensarás en nada de eso cuando te llegue el turno para partir.
Todo es tan insignificante que entenderás tu vida como un todo. Ahora veo cómo
mi cuerpo se desvanece ante mis ojos, sin que yo pueda hacer nada, y todo lo
que deseo es pasar otro cumpleaños, otra Navidad con mi familia, un día más con mi pareja o mi perro. Tan
solo uno más”.
Agradece cada día que no sientas
dolor e incluso si estás enfermo de gripe o te has torcido el tobillo, acepta
que es un fastidio, pero agradece que no ponga en peligro tu vida.
Escucho a la gente quejándose de lo terrible
que es su trabajo o incluso el ejercicio. Os digo: sed agradecidos por
el mero hecho de poder hacerlo. Parecen cosas triviales… hasta que tu cuerpo no
te permite hacer ninguna de ellas. Recuerda que la salud es mucho más que el
físico. Quizá así te des cuenta de lo irrelevante que es mostrar un estúpido y perfecto cuerpo en las redes sociales.
Es cierto que eres más feliz haciendo cosas por otros
que para ti mismo. Desearía haberlo hecho más. Desde que caí enferma he
conocido a las personas más generosas y amables. Y he recibido las palabras y
el apoyo más afectuoso de mi familia y amigos, y también de desconocidos. He
recibido más de lo que podría dar a cambio. Nunca lo olvidaré.
Que te quede dinero para gastar al
final de tu vida es extraño. No es momento para comprar las cosas
materiales de siempre, como un vestido nuevo. Te hace pensar en lo tonto
que es pensar que gastar tanto en cosas merece la
pena de verdad. En vez de eso, cómprale algo a un amigo. Lleva a tu pareja a un
restaurante o mejor aún, cocínale algo. Regálale una planta, un masaje y dile cuánto la amas.
A pesar de que el árbol parecía
triste y vacío, fue muy agradable porque nadie tenía la presión de ir de
compras y todos se esforzaron por escribir una buena tarjeta para los
demás. Puede sonar poco convincente, pero esas cartas significan para mí mucho
más que cualquier compra impulsiva”.
Pequeños consejos:
- Escucha la música, no te limites a oírla.
- Abraza a tu perro. Lo echaré de menos.
- Habla con tus amigos, olvídate del teléfono.
- Viaja, si es lo que quieres hacer. Y no lo hagas si
de verdad no te apetece.
- Hay que saber decir que no. No te sientas
presionado a hacer lo que otras personas piensan que es una vida satisfactoria.
Es posible que desees una vida mediocre y eso está muy bien.
- Trabaja para vivir. Parece un tópico, pero es
importante recordarlo.
- Haz lo que a tu corazón le haga sentirse feliz.
- Come tarta, sin remordimientos.
- Di a tus seres queridos que los amas,
siempre que tengas la oportunidad.
- Recuerda que, si algo te está haciendo sentir mal,
tienes la posibilidad de cambiarlo, ya sea en el trabajo, en el amor, lo
que sea… Ten las agallas para cambiar. No desperdicies tu tiempo sintiéndote
miserable.
- Ah, y una última cosa. Si puedes, haz algo bueno por
la humanidad y comienza a donar sangre regularmente. Las donaciones
me ayudaron a mantenerme con vida un año más, un año del que estoy eternamente
agradecida por haberlo pasado con mi familia, mis amigos y mi perro. Un año en
el que pasé algunos de los mejores momentos de mi vida.”